Os sitúo, Villalmondar es una pequeña población situada en la comarca de Montes de Oca, provincia de Burgos (España).
Que delicia acabar las vacaciones (Roadtrip estival por Europa 2018) en Villalmondar. Ha sido una oportunidad inmejorable, que hemos tenido la suerte de poder repetir.
Son las vacaciones estivales de toda la vida, las de irte al pueblo de veraneo y estar con los abuelos, juntándote allí con tus tíos y primos.
La familia, la tranquilidad y la esencia de la rural envuelven cada rincón de este maravilloso enclave. En donde habita, el tan apreciado sosiego.
Este pueblecito se llena de vida en verano, ya que durante el año hay pocas, muy muy pocas familias en él. Es la época del año en la que revive y se hace más joven, recargando fuerzas y cogiendo músculo para pasar largos y fríos inviernos solitarios.
En verano, su ajetreo, son los niños, que vuelan por sus calles en bici, gracias a la falta de tráfico y la quietud del entorno. Cada coche, que entra en el pueblo es un acontecimiento, mirar por la ventana para ver qué vecino o familiar es, para salir a saludar es una rutina acogida con mucho agrado por los vecinos.
La temperatura es maravillosa, por la mañana en manga corta y por la noche una mantita para taparte. ¡Que placer más grande, tenerte que arropar en agosto!
Hemos tenido la suerte de conocer Villalmondar, gracias al acogimiento de una de las familias, de las del pueblo, de toda la vida.
Particularmente en nuestro caso, mi amiga Mónica ya había incorporado “Villalmondiga” en nuestras vidas, siempre ha sido muy buena anfitriona de su pueblo, para mí, sin duda la mejor. Nos habla de sus fiestas de agosto, de la poca cobertura que tiene en el móvil cuando está allí, etc…
Ese cariño y arraigo sin duda lo traslada gracias a sus padres Sebastián y Saturnina que son los que han podido vivir, nunca mejor dicho, la vida de Villalmondar durante muchas décadas.
A mí me encanta estar con ellos y sobre todo escucharles, poder conocer cómo era la vida en ese y en los pueblos de alrededor cuando eran jóvenes, cómo vivieron el accidente de General Mola, la época de Sebastián como alcalde, la despoblación a causa de la emigración de la familias a la ciudad, el regresar al pueblo en verano……etc.
Además de esas conversaciones, yo comparto una gran afición con Sebastián que son, las cosechadoras, esas majestuosas máquinas que recogen el grano. La principal actividad agrícola de la zona es por supuesto, la agricultura y en especial el trigo y la cebada. ¡No sé qué tienen ésas gigantescas máquinas que nos llegan a hipnotizar!
Es un lugar en medio de la nada, pero bien comunicado con el resto de poblaciones de alrededor. Las principales grandes poblaciones cercanas son Belorado, Burgos y Briviesca.
Pasear hacia pueblos vecinos y hacer rutas en bici, son las actividades principales para los adultos ya que el entorno acompaña.
No hay tiendas, los comerciantes pasan los días estipulados de la semana y allí se aglutinan los vecinos para poder hacer la compra.
Nosotros, durante nuestra estancia, pudimos disfrutar de un mercadillo solidario y del cine de verano de los viernes por la noche, actividades que son organizadas por los propios vecinos.
Veranear en el pueblo, toda una vivencia. Quiero poner con esta entrada en el blog, a Villalmondar en la Red/Internet (World Wide Web) para poner mi granito a que no se pierdan ni se olviden de estas pequeñas poblaciones.
Gracias a la familia Contreras Saiz por hacer que mi familia comparta en su corazón un poquito de su amor por el pueblo y de valorar los buenos ratos que compartimos con todos ellos.
Y me alegra muchísimo pensar, que con la nueva incorporación de un miembro más a su familia, ya serán cuatro, las generaciones que podrán disfrutar de un auténtico y valiosísimo verano en el pueblo.
Espero que os haya gustado.
Texto y fotografía: Vanessa Caramazana T.
Os animo a que sigáis las paradas del viaje en las próximas entradas de este viaje.
